BLOG PARA RECORDAR LA ACTIVIDAD DE FUNDACULGUA DURANTE LA PRESIDENCIA DEL DR. EDGARDO MALASPINA (MARZO,1996-DIC.1998)
domingo, 15 de noviembre de 2020
domingo, 1 de noviembre de 2020
8. EFLUVIO DE MASTRANZAL
NOSTALGIA POR
EL PAPEL Y LA TINTA
(“La forma
suprema del arte es la poesía porque se eleva hasta la representación del
ideal” . E. Kant.)
LIBROS
GUARIQUEÑOS
EFLUVIO DE
MASTRANZAL
Edgardo Rafael
Malaspina Guerra
1
Efluvio de Mastranzal (1998) del poeta Ignacio García, nos da las
combinaciones de los sonetos con los corridos llaneros, los galerones con el
joropo. Hagamos un recuento. Con la primera carta de Colón a los Reyes
Católicos se dio inicio a la literatura latinoamericana. Colón decía que
Venezuela era una “tierra de gracia” y que sus hombres eran de buena estatura,
blancos y cabello liso. Luego vinieron los cronistas y los buscadores de El
Dorado. Había una literatura oral, pero después una literatura que enriqueció
el idioma. El llanero componía y cantaba. Era como se dice hoy un cantautor y
eso es lo que es Ignacio García Aular, un hombre de su raza y de su tierra.
2
Cuando García Aular escribe
sonetos lo hace a la manera de los modernistas y nos recuerda en todo tiempo a
Rubén Darío. Cuando García Aular escribe sus corridos, que le habían dado fama
porque le han puesto música, se nos parece a un juglar y acaso a Reynaldo
Armas. Con sus corridos y canciones García Aular ha sido reconocido,
galardonado y condecorado. Sus poemas nativistas corren de boca en boca en Las
Mercedes del Llano, pueblo del Estado Guárico, donde ha sido docente y de esa
tierra dura y seca ha extraído lo mejor de su repertorio. Ignacio García Aular
podría muy bien parangonarse con los cantores anónimos que Olivares Figueroa
recoge en su Folklore venezolano o en el Romancero de Machado.
3
En su soneto Fantasía García
Aular nos trae remembranzas de una poesía culta. Leamos:
Zarpamos en la
tarde gris ala caer el ocaso
en busca de mi amada, moreno
sargazo…
Y así por el estilo.
En un corrido nos recuerda
al Ernesto Luis Rodríguez de El color de entonces:
…A Barinas o al Apure ya/ que
cinco hermanos son/ Cojedes y Portuguesa/ si es al Guárico mejor/ y a Las
Mercedes del Llano / porque de ese pueblo soy.
Esta es una manera de encontrarse con la identidad, muy caro al
venezolano de nuestros tiempos.
martes, 6 de octubre de 2020
7.POETAS DE TUCUPIDO
NOSTALGIA POR LA TINTA Y EL PAPEL
(“Me he preguntado el por qué escribo versos, los escribo como se
escriben esas cosas que nos van sensibilizando y nos sustraen de los afanes
embargantes de la vida cotidiana”. Fernando Aular.)
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
LIBROS GUARIQUEÑOS
POETAS DE TUCUPIDO
“Poetas de Tucupido” fue publicado en 1998,y cuya autoría pertenece a Fernando Aular, destacado
escritor y poeta guariqueño, quien además cultiva la crónica, la pintura y la
música.
“Poetas de Tucupido” constituye un hermoso compendio sobre los cultures
del soneto en ese pueblo llanero. Allí está la obra de los poetas que siguieron
los fulgurantes giros de una escritura romántica preciosista para enaltecer la
vida sencilla de su ciudad.
jueves, 1 de octubre de 2020
6. NUNCA ES TARDE
NOSTALGIA POR LA TINTA Y EL PAPEL
(“Nunca es tarde para pensar que todavía no es tarde”. Ernesto Luis
Rodríguez.)
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
LIBROS GUARIQUEÑOS
NUNCA ES TARDE
1
La sexta obra es la
autobiografía de Ernesto Luis Rodríguez: Nunca es tarde (1997). Ernesto Luis
Rodríguez, el autor de Rosalinda, nos habla de su infancia ,de los años
inolvidables de su pobreza feliz, de las coplas y la anécdotas del llano, de
las riñas de gallos, del cine mudo de Chaplin y Dolores del Río en su querida
Zaraza, de sus viajes y vivencias por los diferentes pueblos de Venezuela, de
su incursión en la política, de la Caracas con tranvías, de su encuentro con
Rufino Blanco Bombona y el poeta Ángel Celestino Bello, el de Justo Brito y
Juan Tabares; y de otras cosas interesantes y curiosas. Nos cuenta cómo la
Morocha García, una bella morena que conoció en un baile de joropo, le inspiró
los versos de Rosalinda cuando apenas tenía diecinueve años.
2
El poeta nos lleva a los tiempos cuando se sentaba en los bancos
escolares al lado de sus compañeros de primaria; y nos dice como al abandonar
la escuela, con apenas cuarto grado, empezó a recorrer el mundo y a
desempeñarse en los trabajos más disímiles para hacerse escritor y afirmar como
Gorka que sus universidades fueron las calles, el roce con la gente y la
experiencia mientras buscaba su lugar en la vida.
3
Nunca es tarde empieza con un verso libre (“Nunca es tarde”) y
termina con un soneto (“Clamor para cuando me dejen en la tierra”). Ambos
poemas tienen una belleza lírica extraordinaria y una gran profundidad
filosófica; y esto dilucida al menos para mí, el dilema que implica la
confrontación entre la poesía rimada y la poesía versolibrista: poesía hay una
sola, la que llega al lector para conmover su espíritu.
4
Nunca es tarde es un libro fascinante, donde el autor con la
pulcritud y frescura que caracterizan sus escritos, vuelve a sus andanzas por
los caminos del recuerdo.
sábado, 26 de septiembre de 2020
5. LA SOLEDAD DEL GUERRILLERO. 1997.
NOSTALGIA
POR LA TINTA Y EL PAPEL
(“No
he vivido, sino que he leído...” Argenis Rodríguez)
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
LA
SOLEDAD DEL GUERRILLERO
1
La
soledad del guerrillero, de Argenis Rodríguez, se publicó en 1997. Esta vez
trata el tema del movimiento guerrillero venezolano durante la década de los
sesenta. La soledad del guerrillero habla en forma novelada sobre los actores
de ese periodo de la historia y la política de nuestro país.
2
Muchas veces le pregunté a Argenis que se
hicieron aquellos guerrilleros descritos en su novela “Entre las Breñas”. Un
día me entregó una carpeta. Me la leí y allí encontré personajes fácilmente
reconocibles. Esa carpeta es La soledad del guerrillero , y allí veo a aquellos
jóvenes guerrilleros de los años sesenta. Ahora son otros. No hicieron una
revolución, pero algunos llegaron al poder. Creo distinguir a Teodoro Petkoff,
Pompeyo Márquez, Juan Vicente Cabezas, Angel Eusebio Zuzarini, el mismo Argenis
Rodríguez, el capitán Elías Manuitt, Douglas Bravo, Angela Zago y muchos más.
No disfruté de este libro. Lo encontré amargo, doloroso, como de despedida.
domingo, 20 de septiembre de 2020
4. CASAS CERRADAS
NOSTALGIA POR LA TINTA Y EL PAPEL
(“El hombre es un dios cuando sueña y
un mendigo cuando reflexiona”. Hölderlin)
CASAS CERRADAS
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1
En 1997 convocamos, a través de FUNDACULGUA,
el concurso de poesía “Ernesto Luis Rodríguez”, el más importante bardo popular
venezolano de la segunda mitad del siglo XX .El ganador resultó José Mota
Castillo con el poemario “Casas cerradas”, y esa fue nuestra cuarta
publicación. El jurado integrado por Argenis Rodríguez, J. Montilla y Carlos
Ríos seleccionó la obra por cuanto consideró que reunía las condiciones de
redondez temática con un delicado uso existencial en la dualidad cuerpo
–habitación, penetrando lo cotidiano, lo familiar, lo amoroso y lo metafísico.
2
Los temas en la poesía son eternos:
el hombre y sus sentimientos, la naturaleza y sus misterios, la relación entre
el micro y el macrocosmos; cambia sólo la manera de abordarlos, de trabajarlos,
de expresarlos en un ritmo preciso y determinado. José Mota Castillo se
presenta como un poeta maduro, combinando verbos y metáforas, en un mundo donde
siempre habrá más preguntas que respuestas; y en ese sentido logra el objetivo
de toda poesía: servir de refugio espiritual para aliviar la pena de no poder
entenderlo todo, equilibrar las grandezas y las pequeñeces del ánimo ante ese
conflicto. Ya lo dijo Hölderlin: “El hombre es un dios cuando sueña y un
mendigo cuando reflexiona”.
3
En “Casas cerradas” se habla de la ciudad, de la casa, de las
mañanas, de la madre, de la tía, el abuelo, etc. Se habla con sencillez, pero
con pasión.
UN POEMA DE CASAS CERRADAS
Mirar la lluvia
desde las aceras
o sentado en una esquina oblicua
Desde aquí abajo
todo es una enormidad
crecen las cosas
Es mejor ser niño para ver
Uno alto mira todo
desde arriba
Ahora entiendo a los antiguos…
viernes, 11 de septiembre de 2020
ROMANCE
NOSTALGIA POR EL PAPEL Y LA TINTA
LIBROS GUARIQUEÑOS
ROMANCE
“La poesía es de todas las artes la
más excelsa, es el arte divino. Nada escapa a su jurisdicción; ella expresa en
grado sublime la belleza toda, la belleza natural, la intelectual y la moral.
Su instrumento que es la palabra, es lo más bello que hay en el universo
después del hombre. La poesía penetra en el fondo del alma humana, pone en
movimiento todas sus actividades y la engrandece, porque satisface todas sus
aspiraciones artísticas”.
(José Gregorio Hernández)
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1
Romance (1996) es un poemario de Manuel Figueroa,
nacido en Atapirire, Estado Anzoátegui.
Don Manuel fue un gran defensor de la guariqueñía y de las tradiciones del
llano. Su pasión fue la poesía romántica, combinándola con la folclórica a
través del romance llanero, así como también con versos de protesta.
Romance fue su primer libro y lo escribió y reescribió
en múltiples ocasiones, contando hasta el presente con un material poético
extensísimo, con el cual podríamos editar varios libros. En este volumen se
pueden apreciar las influencias de los románticos españoles: Bécquer, Campoamor
y Muñoz de Arce, también a los cultores del folclorismo venezolano y a nuestros
clásicos, como Bello, Pérez Bonalde y Lazo Martí.
2
Veamos un fragmento de un poema
intitulado “Amanecer llanero”
La luna en la madrugada
viene cargada de encanto
perfumada con mastranto
de tierra venezolana
y sintiendo en cada mañana
la dulzura de su llano.
sábado, 5 de septiembre de 2020
LAZO MARTÍ
NOSTALGIA POR EL PAPEL Y LA TINTA
(“No
he sufrido nunca una pena que una hora de lectura no me haya quitado”. Montesquieu)
LIBROS
GUARIQUEÑOS
PARA
CONOCER A FRANCISCO LAZO MARTÍ
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
Para
conocer a Francisco Lazo Martí (1996), pertenece a Argenis Rodríguez, el más
notable de los escritores guariqueños de todos los tiempos. La portada la hizo
el insigne pintor guariqueño Abilio Briceño. En ese ensayo Rodríguez retrata al
poeta del llano en su dimensión humana. Nos habla del Lazo Martí de carne y
hueso, sus antepasados y su labor como médico. Se nos ocurre que es la única
manera de conocer al bardo calaboceño.
2
Argenis Rodríguez nos habla de la conducta
intima de nuestro personaje: “Nos
enteramos que al padre de Lazo Martí lo llamaban El enigmático. Nunca entraba a la habitación de su esposa
sin antes llamar a la puerta y preguntar si podía entrar. Era gentil y con gallardía le preguntaba a
Margarita:
¿Podré
entrar?
Y
la mujer se desnudaba en la oscuridad y nunca se dejaba ver ni tocar por el
mismo esposo. Bien porque ella quisiera
que fuera así o porque el marido veía en el deseo un desorden espiritual del
mismo Satanás. De los padres de Lazo
Martí podemos afirmar que todo ocurrió así.
No del médico de quien se dice, antes de volver a casarse en Puerto
Nutrias, tuvo un hijo natural”.
3
Rodríguez afirma que Lazo Martí como médico no
cobraba a sus pacientes y le regalaba dinero para comprar las medicinas. Por
eso tuvo que buscar otras formas de subsistencia y administra una cuerda de
gallos de peleas y vende tabaco. En Puerto de Nutrias instala una pulpería y
vende papelón, queso, panelas, frutos de la tierra, tabaco en rama y café.
4
Lazo
leyó a Peonía, de Manuel Vicente Romero García. Esta primera novela en la
literatura venezolana le acusó gran impresión. Pancho Lazo era sobrio y vestía
bien. Apostaba a los gallos y jugaba a los dados , pero no era hombre de
chistes ni de guasa. Sus estudios , que realizó todos en Calabozo, además de la
medicina, comprendieron idiomas como el francés y el alemán, geometría,
trigonometría, topografía, algebra, historia y filosofía. En los tranqueros se
sentaba a conversar con los llaneros y se le oía hablar sobre la sabana y sus
encantos.
5
El telegrafista Cosme García una vez intentó
matarlo de un disparo, pero del asunto se sabe poco. Algo curioso fue la muerte
de su pequeña hija Rosalvina, quien murió de un ataque de risa cuando la aya le
hizo cosquillas sin parar.
6
Como guerrillero Lazo fue crespista. Nunca
estuvo de acuerdo con la guerra y su participación en campañas militares fue
como médico. Llamaba “chusma” a los que robaban y cometían pillaje en nombre de
la revolución.
7
En agosto de 1913 sus restos fueron
trasladados a la Catedral de Calabozo. En 1982, durante la administración de
Luis Herrera Campins, sus huesos fueron llevados al Panteón Nacional.
miércoles, 26 de agosto de 2020
LIBROS GUARIQUEÑOS: EL SABIO TORREALBA
NOSTALGIA POR EL PAPEL Y LA TINTA
(“Vivir, sin duda, es más importante que leer, pero leer
ayuda a vivir en plenitud, contribuye a hacer la vida más hermosa, más amplia,
más generosa”. Luis Beltrán Prieto Figueroa.)
LIBROS GUARIQUEÑOS
EL SABIO TORREALBA
Edgardo Rafael Malaspina Guerra
1
“El sabio Torrealba” se publicó en 1996 . La selección
de textos la hizo el doctor Adolfo Rodríguez; la presentación, el doctor Rafael Emilio
Silveira; y el prólogo, este servidor. En el libro se habla del nacimiento del
insigne médico guariqueño, doctor José Francisco Torrealba, en el hato San
Roque, en las cercanías de Santa María de Ipire, Estado Guárico ,el 16 de junio
de 1896. Hay una descripción del ambiente natural que lo rodeó en su infancia,
el cual predispuso su espíritu para desarrollar la imaginación y el sentido de
la curiosidad creativa. Se habla también de su actividad como médico rural,
profesional e investigador de muchas enfermedades en el llano venezolano.
2
Muy interesante resulta el capítulo sobre su
biblioteca personal, por cuanto nos enseña que Torrealba fue un médico-
filósofo, no sólo por su modo de pensar ante el paciente y su tragedia, su
estilo peculiar como científico y humanista, su sensibilidad social y su
actitud general ante la vida; sino también por sus conocimientos
enciclopédicos. Leía a Rousseau, Pascal, Montesquieu, Tomás Moró, Nietzsche, Ingenieros,
Unamuno, etc., pensando tal vez como Letamendi, quien dijo que el médico que
sólo sabe de medicina ni de medicina sabe.
3
El libro ha resultado en ser la única biografía
genuinamente guariqueña sobre el sabio santamarieño, muy útil para las
generaciones de estudiantes y lectores en general; pero especialmente de
galenos que se gestan en las aulas de nuestras escuelas médicas.